El gato y los ratones
Una mañana un gato estaba persiguiendo a dos ratones, pero estos fueron más rápidos y lograron refugiarse en un pequeño hueco que encontraron en la pared.
El gato desde afuera esperaba la salida de su alimento,
– “Miau, miau, miauuu…”, decía.
Dentro los ratones murmuraban: – “Ojo que ahí esta el gato”. Decía uno al otro.
De pronto se oyó el ladrido de un perro.
– “Guau, guau, guau”…
Y en ese instante un ratón le dice al otro:
– Llegó un perro y seguramente logró ahuyentar al gato, aprovechemos y corramos hacía nuestra ratonera.
Cuál no sería la sorpresa de los inocentes roedores al ver al gato afuera esperándolos para darse un gran banquete con ellos. En un dos por tres, el gato estiró sus dos manos, abrió las garras y lo atrapó.
Mientras disfrutaba de su banquete, el gato decía:
“Hoy en día el que no hable al menos dos idiomas se muere de hambre”.
– “Miau, miau, miauuu…”, decía.
Dentro los ratones murmuraban: – “Ojo que ahí esta el gato”. Decía uno al otro.
De pronto se oyó el ladrido de un perro.
– “Guau, guau, guau”…
Y en ese instante un ratón le dice al otro:
– Llegó un perro y seguramente logró ahuyentar al gato, aprovechemos y corramos hacía nuestra ratonera.
Cuál no sería la sorpresa de los inocentes roedores al ver al gato afuera esperándolos para darse un gran banquete con ellos. En un dos por tres, el gato estiró sus dos manos, abrió las garras y lo atrapó.
Mientras disfrutaba de su banquete, el gato decía:
“Hoy en día el que no hable al menos dos idiomas se muere de hambre”.
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